Historia y origen de la raza de perro Pastor Alemán
Fotografía cortesía de: Gianluca
La raza de perro Pastor Alemán surgió en el último tercio del siglo XIX. Coincidiendo con los avances tecnológicos en transportes y comunicación que se desarrollaron en aquella época, un grupo de pastores ovejeros alemanes de los estados federales de Turingia, Sajonia y Wurtemberg se pusieron en contacto entre sí para intercambiar información acerca de las razas de perros de pastoreo que de manera independiente se habían desarrollado en cada zona, para tratar de conseguir una raza común.
Estos perros eran utilizados para proteger al ganado de los lobos que habitaban la zona, así como para controlar y reunificar el rebaño. Los perros que se empleaban para estas tareas eran seleccionados principalmente por sus cualidades de pastoreo, pero la morfología era muy variada: había ejemplares de pelo largo en todos los colores y tamaños, y físicamente no tenían mucho en común.
En lo que sí destacaban estos perros claramente era en sus habilidades para realizar un trabajo especializado, inteligencia, eran silenciosos y robustos.
Aunque el asunto tardó algunos años en concretarse, aquella reunión dió origen a la que sería la raza del pastor alemán y, desde el principio, ésta fue objeto de un férreo control sanitario por parte de las autoridades.
En el año 1889, Capitan Max von Stephanitz comenzó el estándar de la raza. Todo empezó en una competición canina en la ciudad de Karlsruhe de la Alemania Occidental. Durante la exhibición de 1889, a Von Stephanitz le llamó poderosamente la atención un perro de tamaño medio, con rasgos de lobo, de color gris y dorado.
Este ejemplar era un tipo de can primitivo, flexible y poderoso, y poseía resistencia, firmeza, constancia e inteligencia. Era un perro de trabajo, nacido con estas habilidades y que no requería apenas entrenamiento. Sólo necesitaba ser dirigido por un entrenador para ser extremadamente eficiente en sus tareas. Von Stephanitz, que vió rápidamente el potencial de este ejemplar, no dudó en adquirirlo.
El perro se llamaba Hektor Linkrshein, y Von Stephanitz le cambió el nombre por «Horand von Grafath». Horand se convirtió a partir de entonces en el primer perro de la raza Pastor Alemán, y su genética fue empleada como base para los modernos pastores alemanes que surgieron después, a través de sucesivas montas y cruces.
Por todo ello, Max von Stephanitz, capitán de la caballería del ejército alemán, está considerado como el padre de esta raza e inscribió el primer ejemplar de la raza en el Libro de la Federación Canina del Reino de Sajonia.
Von Stephanitz, un capitan de origen prusiano que había forjado su carrera profesional sirviendo en la caballería, se marcó como objetivo crear una raza nueva a partir de los diferentes tipos de perro de pastoreo que había en el país, y que reuniera las maravillosas cualidades de estos ejemplares, con su recién adquirido perro Horand.
Tras una intensa y rigurosa selección para determinar la apariencia física y cualidades psicológicas, nació la raza del pastor alemán. Por supuesto que había muchos perros pastor en Alemania, pero la morfología de estos animales no era homogénea. De manera que no existía un perfil físico del pastor alemán, tal como lo conocemos en la actualidad.
Las diferencias no se debían solo al variado tamaño de estos perros, sino también a la estructura del manto. Esto se debía a que los criadores de aquella época al mismo tiempo también eran «usuarios», así que estaban más interesados en potenciar las cualidades psíquicas de sus perros, que en valorar su apariencia física. A fin de cuentas se trataba de perros de trabajo, no eran perros de lujo.
Estos perros tenían que tener determinadas cualidades imprescindibles para guardar el ganado de ovejas. Debían ser tranquilos, constantes y resistentes. Tenían que soportar el duro clima de la zona, ser incansables, ser muy inteligentes y tener iniciativa propia cuando fuese necesario, y además debían obedecer a su dueño (el ovejero).
Por tanto, en cada zona existían distintas variantes de tipo de perro ovejero. Sin embargo, la cría de ejemplares tan variados, a partir de finales del siglo XIX dejó de ser deseable. En parte esto fue así también por razones políticas: la fuerte necesidad de tener un perro que simbolizase a la nación alemana.
Por aquella época, en el Reino Unido se criaban muchas razas que se popularizaron en toda Europa. Por citar un ejemplo: el perro Pastor Escocés (Collie), era tan popular que eran mucho mas numerosos en las exhibiciones, que todos los perros pastores juntos del continente europeo.
Por eso se tenía que crear una raza para la nación alemana. Esta tendencia a criar perros pastores que representasen un país no era una idea exclusiva de los alemanes. También los franceses con su Beauceron y su Briard trataron de tener sus propias razas de perro pastor nacional. Y mientras tanto, en Bélgica se seleccionó al perro pastor belga, y en los Países Bajos, el perro pastor neerlandés.
También en España existían muchas razas de pastor emblemáticas, y una de las que tiene mayor promoción y número de ejemplares es el mastín español, el perro clásico para realizar las transhumancias en España. «Su origen data de los tiempos de Alfonso X el Sabio (siglo XIII), cuando se necesitaban para proteger al rebaño de los lobos en los desplazamientos en la zona castellanoleonesa». Lo mismo ocurría con el mastín del Pirineo en el Reino de Aragón, parecido a los anteriores, pero de pelo más largo.
El perro pastor belga también llegó a tener bastante reconocimiento fuera de su país. Pero como de costumbre, en Alemania la creación del perro pastor alemán estaba mucho mejor organizada que la de los pastores de otros países, aunque los primeros años de selección y crianza fueron difíciles.
Fotografía cortesía de: Aneta Kotkowicz
Horand tuvo muchos cachorros
Fuente: The German Shepherd Dog Club y Woefkesranch
Bibliografía en inglés
Joan Hustace Walker. The Everything German Shepherd Book
Mattew M. Friends. The German Sheperd Dog: Expert advice on care, training and nutrition
Bibliografía en español
Susan Samms. El Pastor Alemán
Meg Purnell-Carpenter. Pastor Alemán
Foto cortesía de: Hanna Maria – Devilstar
Características físicas del Pastor Alemán
- Tamaño y peso: La alzada es de 62 cm. El peso está entre 30 y 35 kg.
- Pelaje y color: Pelo fuerte con espesa capa externa y cola muy poblada. Negro con manchas color pardo, amarillo y hasta gris claro, regularmente distribuidas.
- Aspecto: Cabeza de perfil bien definido, con ojos bellos y expresivos. Cuerpo bien proporcionado, gran armonía en todos sus movimientos. Es inconfundible.
- Esperanza de vida: longevo, puede llegar a cumplir 14 años.
- Real Club Español del Pastor Alemán
- CLASIFICACIÓN FCI : Grupo 1: Perros de pastor y perros boyeros (excepto perros boyeros suizos). Sección 1: Perros de pastor. Con prueba de trabajo.
- De acuerdo con una resolución oficial, el Club Alemán de Perros Pastores Alemanes (Verein für Deutsche Schäferhunde, SV) con sede en Augsburgo, miembro de la Federación Canina de Alemania (Verband für das deutsche Hundewesen, VDH), asociación fundadora de la raza, es responsable del estándar del Perro Pastor Alemán.
- El estándar del Pastor Alemán se puede descargar directamente de la web en español y en formato PDF aquí.
- Clasificación según el ranking de inteligencia funcional y obediencia del Dr. Stanley Coren: El Pastor Alemán está posicionado en el puesto 3.
- Está entre las 10 razas con la inteligencia funcional y de obediencia más alta.
- Necesita menos de cinco ejercicios para entender órdenes nuevas.
- Capacidad de recordar sin necesidad de practicar las pruebas repetidamente.
- Responden a la primera orden el 95 % de las veces como mínimo.
- Tienen una rápida respuesta aunque sea a una cierta distancia.
- Aprenden correctamente siendo adiestrados por entrenadores relativamente inexpertos.
- Ranking de perros registrados en el año 2012 en el American Kennel Club (E.E.U.U.): El Pastor Alemán se encontraba en el puesto número 2 sobre un total de razas inscritas de 175 en ese año.
Criadores del Pastor Alemán en España
Criadores del Pastor Alemán en el mundo
Curiosidades del Pastor Alemán
Los perros de esta raza suelen tener una máscara negra alrededor de los ojos que les ayuda a evitar la excesiva exposición solar en la cara.
Los cachorros nacen con las orejas caídas, y a medida que crecen, el cartílago en las orejas se endurece, lo que con el paso del tiempo permite que se mantengan erectas.
Esta raza posee aproximadamene 225 millones de receptores de aromas en el hocico, que les permite destacar su fino sentido del olfato frente a otras razas. El pastor alemán ocupa el cuarto lugar en la categoría de «Mejor Nariz».
No todos los pastores alemanes poseen el característico color negro y marron, existe una variedad de color blanco y fuego, conocida como Pastor Alemán Panda.
Los cuidados del Pastor Alemán
Fotografía cortesía de: Aneta Kotkowicz
Algunas de las enfermedades que puede sufrir el pastor alemán, como las que afectan a las articulaciones o a su estructura ósea, son genéticas, es decir, están asociadas a la propia morfología de la raza y de su desarrollo. Por ejemplo, un cachorro de ocho semanas suele pesar una media de seis kilos, pero crece a tal velocidad que tan sólo en unos 10 meses multiplica su peso por siete.
Esta rapidez de crecimiento conlleva un gran estrés físico que afecta a toda esta etapa, durante la cual es imprescindible garantizar las condiciones óptimas para que el perro crezca sano mediante una alimentación abundante y equilibrada, ejercicio adecuado, y controles veterinarios rutinarios.
Muchas de las dolencias que afectan al pastor alemán se controlan en los procesos de selección. De hecho, los diferentes clubes de la raza obligan a los propietarios y criadores a someter a sus ejemplares a controles de estas enfermedades, a a apartar de la cría a aquellos individuos que estén afectados o sean portadores de las mismas, en la encomiable labor de trata de erradicar tan penosas afecciones.
Conviene destacar que el pastor alemán posee un aparato digestivo muy delicado, por lo cual es imprescindible que la alimentación que reciba sea altamente digestiva, con proteínas de alta calidad y un nivel moderado de fibra.
Es conveniente dividir la ración diaria en dos comidas, y conviene no alimentar al perro inmediatamente despues de haber hecho ejercicio ni en las horas de más calor en verano.
Un excelente alimentación es la mejor medicina preventiva que se puede aplicar a un perro. En la acutalidad existen en el mercado dietas de altísima calidad, adaptadas a las necesidades vitales de cada animal y casi de cada raza.
De hecho, dada su gran popularidad y sus especiales requierimientos dietéticos, casi todas las grandes marcas de alimentación animal cuentan en su catálogo con productos específicamente desarrollados para el pastor alemán.
Del mismo modo, existe una amplia variedad de suplementos vitamínicos y minerales, pero es aconsejable consultar a nuestro veterinario para que nos indique cuales son sus necesidades, en función de su estado de salud y su edad.
Debido a las exigencias físicas que supone un crecimiento tan rápido e intenso, conviene mantener al pastor aleman con una dieta de cachorro hasta los 18 meses de vida. Como norma general hay que darle de comer 3 veces al día hasta que cumpla los 8 o 9 meses de edad, y pasar después a 2 tomas diarias durante el resto de su vida, que es la frecuencia ideal para esta raza, propensa a padecer problemas gástricos.
Por último, y muy importante: un pastor alemán no debe estar nunca obeso, en especial durante la etapa de desarrollo. Un animal con sobrepeso sufrirá mayor estrés y sobrecarga en las articulaciones, favoreciendo con ello el desgaste de las mismas y la aparición de procesos degenerativos como artritis o artrosis.
También se debe evitar el crecimiento brusco y desmesurado de los cachorros, así como la sobrealimentación.
El pastor alemán debe visitar al veterinario durante su etapa de desarrollo como cachorro, para posteriormente realizar una visita anual, en la etapa adulta para, junto con las vacunas obligatorias, revisarle los oídos y la boca, limpiárselos si es neceario y someterlo a las oportunas desparasitaciones; la periocidad de éstas variará en función del tipo de vida y del entorno en que habite el perro.
El veterinario, mantendrá al dueño del perro al corriente de las disposiciones sanitarias y legales, por ejemplo, en materia de chips de identificación, actualmente obligatorios.
En lo que se refiere a los cuidados del manto y la higiene, esta raza no necesita bañarse con frecuencia, pero sí requiere un cepillado diario para eliminar el denso subpelo muerto y mantener así la capa sana y en buenas condiciones. El manto del pastor alemán es espeso y muy abundante, y un perro bien cuidado no debe mostrar zonas calvas, seborreas u olores desagradables.
Si se le acostumbra desde cachorro al ritual del cepillado diario, el perro lo tendrá como parte de su rutina y se prestará a ello de buen grado. Es conveniente vigilar la aparición de dolencias cutáneas y visitar al veterinario, que solucionará fácilmente el problema con la medicación adecuada. Y también hay que tener en cuenta que un pelo sano y brillante depende en muchas ocasiones de una adecuada alimentación.
Psicologia y personalidad del Pastor Alemán
Fotografía cortesía de: Aneta Kotkowicz
Además de su tradicional función de pastoreo, que no ha abandonado nunca, el pero de raza pastor alemán ha destacado en trabajos tan diversos como los de perro lazarillo para personas invidentes, asistencia para sordos y discapacitados, rescate en catástrofes, terapia con enfermos, ancianos y niños autistas, así como en programas de reinserción social de presos y adolescentes con problemas.
En muchos de estos trabajos fue la primera raza de perro en ser utilizada con éxito; es el caso de los perros lazarillo, labor en la que destacó mucho antes que el retriever (labrador y golden, sobre todo), hoy en día tan ligados a dicha actividad.
Lo mismo ha sucedido con los llamados perros de catástrofes (de socorro) y con todas las actividades originadas en el seno de las fuerzas armadas de cualquier país: detección de explosivos, control de fronteras, auxiliar de oren público, etc., pues si de algo no cabe la más mínima duda es de que se trata del «perro militar» número uno en todo el mundo.
Tampoco es ajeno el pastor alemán a las labores más lúdicas, como las disciplinas de trabajo deportivo o el Agility, además de participar en concursos de belleza (morfología).
El perro de raza pastor alemán destaca también en las pruebas de rastreo, de protección o de obediencia. La tenacidad y entrega de estos animales lo han elevado al rango de especialista en cualquier trabajo que desarrolle. Por tanto, cada individuo debe recibir un adiestramiento específico destinado a realizar con excelencia su trabajo.
Es meticuloso y concienzudo en sus tareas, tanto en el aprendizaje como en su trabajo. Es ordenado, disciplinado y obediente, y jamás da muestras de testarudez o rebeldía, a no ser que le den órdenes contradictorias.
Salud y enfermedades del Pastor Alemán
Fotografía cortesía de: Aneta Kotkowicz
El perro de raza pastor alemán tiene una salud fácil de controlar. Se trata de una de las razas más controladas y sometidas a estadísticas de salud en todo el mundo, aunque en muchas ocasiones es propensa a determinadas enfermedades, como la displasia de cadera. Sin embargo, en la actualidad este problema está bien controlado, y en España los cachorros de criadero suelen tener el Certificado Oficial de Evaluación de Displasia, emitido por la Sociedad Española de Traumatología y Ortopedia Veterinaria.
Como perro de compañía, el Pastor Alemán ha pasado por una selección muy intensa. Por eso, esta raza suele ser muy resistente. Sin embargo, como cualquier perro, puede ser propensos a enfermedades genéticas y oculares.
Las enfermedades congénitas de la raza han sido clasificadas según los diferentes tamaños por la Universidad de la Isla del Príncipe Eduardo:
Enfermedades de la raza de perro Pastor Alemán: Leer más aquí
Adecuado para…
Ser el propietario de un pastor alemán se puede convertir en un reto. Quien quiera serlo debe merecérselo, y para ello estar dispuesto a facilitar y estimular el desarrollo de las inmensas capacidades de los ejemplares de esta raza.
Quien quiera disponer de un simple perro de compañía, o de un animal que no dé demasiado trabajo y al que se pueda tener largas temporadas solo, al cuidado de la casa, debe olvidarse de esta raza en sus preferencias.
Este es un perro que trabaja y aprende todos los días de su vida, y qu elo hace con un solo objetivo: servir al amo o guía con quien mantiene una estrecha y permanente relación. Con la familia, el pastor alemán no puede ser más cariñoso. La convivencia es espléndida cuando la socialización del cachorro se realiza en estrecho contacto con los niños, educando también a éstos en el respeto al perro y a los demás animales.
Si los niños son mayorcitos, es aconsejable hacerlos responsables lo antes posible del cuidado del cachorro, por ejemplo, encargándoles que se ocupen de proporcionar agua y comida a su mascota, y de llevarla al veterinario en las visitas reglamentarias.